sábado, 27 de octubre de 2007

Ulises. James Joyce. (Fragmento)

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De este mundo me imagino que en la China se están levantando ahora y se peinan las coletas para el día bueno pornto tendremos a los monjas tocando el ángelus no hay nadie que venga a estropearles el sueño excepto uno que otro cura para los oficios nocturnos el reloj despertador de al lado al canto del gallo sacándose los sesos de tanto repiquetear veamos si puedo dormirme 1 2 3 4 5 qué clase de flores son esas que inventaron como las estrellas el papel de la pared en Lombard Street era mucho más lindo el delantal que él me regaló era algo parecido sólo que los usé solamente dos veces mejor bajar esta lámpara y hacer una prueba otra vez para Corriente de cosciencia para poderme levantar temprano iré a lo de Lambre ahí al lado de lo de Findlater y diré que nos manden algunas flores para poner por la casa por las didas que lo traiga a casa mañana hoy quiero decir no no el viernes es día de mala suerte primero quiero arreglar la casa de algún modo mientras diermo me parecer que se va formando más polvo luego podemos tener música y cigarrillos yo puedo acompañarlo prevviamente tengo que limpiar con leche las teclas del piano que me pondré qué me pondré una rosa blanca o esas tortas de hadas de lo de Lipton me gusta el olor de una gran tienda importante a 7 peniques y 1/2 libra o otras con cerezas y azúcar rosado a 11 pequines en par de libras claro una linda planta para el medio de la mesa conseguiré eso es más barato espera dónde es que las vi no hace mucho me gustan las flores me gustaría tener toda la casa nadando en rosas Dios del cielo no hay nada como la naturaleza de las montañas salvajes después el mar y las olas precipitándose luego el campo encantador con sembrados de avena y trigo y toda clase de cosas y toda la preciosa hacienda paseándose por ahí eso debe de ser bueno para el corazón de una ver ríos y flores de todas las formas y perfumes y colores brotando hasta las zanjas primaveras y violetas es la naturaleza en cuanto a los que dicen que no hay Dios no daría un chasquido de mis dedos por toda su ciencia por qué no van y crean algo yo a menudo se lo he dicho ateos o como sea que se llamen vayan y pongan en orden sus remiendos primero después van lanzando alaridos clamando por un sacerdote cuando se están mueriendo y por qué tienen miedo del infierno debido a su conciencia acusadora ah sí yo lo conozco bien quién fue la primera persona en el universo antes de que hubiera nadie que lo hizo todo quién ah ellos no saben ni yo tampoco así que ahí tienes podrían igualmente tratar de impedir al sol que salieran por la mañana el sol brilla para ti me dijo el día que estábamos acostados entre los rododendros sobre la puerta de Howth con el traje de tweed gris y sombrero de paja el día que conseguí que se me declarara sí primero le pasé el pedacito de pastel que tenía en mi boca y era año bisisesto como ahora sí hace 16 años mi Dios después de ese beso largo casi me quedé sin aliento sí me dijo que yo era una flor de la montaña sí entonces somos flores todo el cuerpo de una mujer sí ésa fue la única verdad que me dijo en su vida y el sol brilla para ti hoy si por eso me gustaba porque vi que él entendía lo que era una mujer y yo sabía que siempre podía hacer de él lo que quisiera y le di todo todo el placer que pude llevándolo a que me pidiera el sí y primero yo no quería contestarle sólo miraba hacia el mar y hacia el cielo y estaba pensando en tantas cosas que él no sabía de Mulvey del señor Stanhope y de Hester y de papá y del viejo capitán Groves y de los marineros que juegan al todos los pájaros vuelan y al salto de cabra y al juego de los platos como lo llaman en el muelle y el centinela frente a la casa del gobernador con la cosa al rededor de su casco blanco pobre diablo medio asado y a las chicas españolas riendo con sus chales y sus peinetones y las griterías de los remates por la mañana los griegos y los judíos y los árabes y el diablo sabe de quién más todos los extremos de Europa y Duke Street y el mercado de aves todas cloqueando delante de lo de Larby Sharon y los pobre burros resbalando mendio dormidos y los vagos tipos dormidos con las capas a la sombra en los escalones y las grandes ruedas de las carretas de toros y el viejo castillo de edad milenaria sí esos hermosos moros todos de blanc y con turbantes que son como reyes pidiéndole a una que se siente en su minúscula tienda y Ronda con las viejas ventanas de las posadas los ojos que espían ocultos detrás de las celosias para que si amante bese los barrores de hierro y las tenernas de las puertas entornadas en la noche y las castaluelas y la noche que perdimos el barco deen Algeciras el guardia haciendo su ronda de sereno con su linterna y oh ese horroroso torrente profundo y oh el mar el mar carmesí a veces como el fuego y las gloriosas puestas de sol y las higueras en los jardines de la Alameda sí y todas las extrañas callejuelas y las casas rosadas y azules y amarillas y los jardines de rosas y de jazmines y de geránios y de cactos y Gibraltar cuando yo era chica y donde fuera yo era un flor de la montaña sí y cuando me puse la flor en el cabello como hacían las chicas andaluzas o me pondre una colorada si y como me besó bajo la pared morisca y yo pensé bueno tanto da él como otro y después le pedí con los ojos que me preguntara otra vez y después él me preguntó si yo quería sí para que dijera sí mi Flor de la Montaña y yo primero lo rodeé con mis brazos sí y lo atraje hacia a mí para que pudiera sentir mis seños todo perfume sí y su corazón golpeaba loco y sí yo dije quero sí.
FIN.


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